Cada proceso creativo implica una combinación variopinta de materiales y técnicas. Pero sin duda hay algo más importante, un elemento que cuaja los diferentes materiales escogidos, una energía invisible que armoniza el resultado final. Desde su primera inspiración, diseñadores gráficos, artistas, chefs, cineastas… están armados de una fuerza indómita e indefinida, la motivación.