Tiene razón Rupert Maconick cuando asegura en el artículo“Why Marketers Need to Invest in Authentic Long-Form Storytelling” que a estas alturas no hay formato más popular y eficiente a nivel comunicativo que el documental de temática social.

He estado dando vueltas a este interesante artículo de Adweek después de tener el placer de participar como miembro del jurado en la 6ª edición del festival Deauville Green Awards  (Deauville, Normandía, 27-28 de junio). De todas las producciones galardonadas, dos pequeñas joyas llamaron poderosísimamente mi atención y me hicieron pensar en el artículo antes mencionado de Rupert Maconick.

Por un lado, el documental Climat-guerres-migrations: les liaisons dangereuses, producido por Ushuaïa TV, enmarca una de las principales tragedias de nuestro tiempo y lo hace desde una perspectiva orgánica, original por su naturalidad. Los planos aéreos que inician el documental, unos vuelos con drone en Mogadiscio, son una declaración de intenciones descarnada. Inmuebles destruidos al borde del mar. Da igual que las ruinas las hayan causado el mar o los estragos de la guerra. A lo largo del film, la realizadora, Christine Oberdoff, visita un campo de refugiados en el Kurdistán iraquí y habla abiertamente con los desplazados. Les cede la palabra. La cámara se sitúa a la altura de sus ojos. Hay una sinceridad honesta en la aproximación. Crudeza y proximidad. Abismo y corazón. Entendemos que hay un capítulo cero en los dramas de los desplazados por la guerra de Siria que no saltó a la opinión pública, una crisis climática. El cambio climático, la sequía, condenó los sirios. La guerra les acabó robando sus proyectos de vida.

No es de extrañar que Climat-guerres-migrations: les liaisons dangereuses ganara el Grand Prix del festival. Aparte de este pequeño gran documental, un filme corporativo con una aproximación muy original me ha robado el corazón. Se titula La bouche C la vie y responde a una problemática tristemente cotidiana en algunas zonas del área metropolitana de París, donde de vez en cuando para hacer pasar el calor se sabotean las bocas de agua previstas para extinguir incendios. Rodado en Aubervilliers y dirigido por Vincent Lorca, este vídeo es el tronco central de la campaña de la empresa Veolia, que gestiona el servicio de agua de la región Île de France.

La columna vertebral del vídeo es un rap compuesto ad hoc por el rapero Youssoupha. El inicio atrapa, con la figura del jugador de baloncesto de baloncesto Mam Jaiteh emergiendo sobre un mar de tierra y polvo que impide determinar con claridad las formas. El rap comienza de manera sugerente: «You’re the sunshine, you’re the Canicule». Focalizado en un grupo de chicos preadolescentes del barrio, en 20 segundos se ataca la polémica: «Paso de besos de faire du quartier une piscine olímpico». No se escamotea la imagen que se quiere denunciar: una boca de incendios rota inundando de agua las calles. Siguen imágenes que ilustran consecuencias de aquella acción: una ducha que deja de funcionar, flores marchitas y un incendio que difícilmente se puede extinguir sin agua.

En este caso, la conjugación de todos los elementos (la banda sonora, el trabajo de imagen y la realización) es impecable. Aunque no es estrictamente un documental (es un spot, un videoclip o un vídeo corporativo?), Esta pieza híbrida, valiente y desacomplejada muestra que la innovación en el audiovisual está en los márgenes. Tanto La bouche C la vie como Climat-guerres-migrations: les liaisons dangereuses demuestran que poner el foco en los conflictos sociales, ya sean geopolíticos o locales, tiene su impacto (y regreso).

Foto: Fotograma del vídeo «La bouche, c’est la vie» (Vincent Lorca), producido por la productora PRAXIS FILM y la agencia OUICOM para VEOLIA EAU ILE-DE-FRANCE